El video encierra todo lo que un Estado de derecho debe repudiar. El líder de una organización criminal que amenaza de muerte a una periodista y desafía el ejercicio libre de la información. Una puesta en escena que es en sí una exaltación de la violencia en uno de los países más mortíferos para la prensa. Y un mensaje inconcebible que evidencia la inseguridad que sufren los comunicadores o quien se interponga en el camino de la banda de narcotraficantes. El ataque contra el periodismo lanzado este lunes por el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) supone un giro de tuerca en un clima en el que las agresiones y las amenazas contra los medios en México ya son parte de la rutina. Y la escalada ha elevado la presión de organizaciones de derechos humanos y de la profesión sobre el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador para que se comprometa con la protección de los informadores.