Andrés Manuel López Obrador se propuso, desde el primer día que tomó posesión del cargo como presidente de México, continuar en campaña. No bastaba que por fin, después de más de 12 años luchando por la presidencia, hubiera obtenido una aplastante mayoría, más de 31 millones de votos en 2018. Y que el país lo hubiera elegido para gobernar seis años. A mitad de su sexenio, anunció, promovería una consulta para ratificar o revocar su mandato. Una herramienta inédita que exigió un cambio en la Constitución en 2019 y que requería una ley para regular su aplicación. Los senadores, a punto de finalizar el periodo legislativo, han aprobado este lunes a contrarreloj el dictamen en lo general que sienta las bases de lo que será un acontecimiento insólito en la historia política del país. Y, aunque todavía falta su aprobación total en el Congreso, la medida reabre de nuevo el debate sobre la polarización.