La mesa de diálogo entre el Gobierno y la Generalitat, uno de los asuntos estelares del reinicio del curso político, se está complicando mucho más de lo previsto. Después de unas semanas en las que hubo una especie de tregua, sobre todo tras la decisión de Pedro Sánchez de conceder en junio los indultos a los presos del procés y tras la primera reunión en La Moncloa entre el jefe del Ejecutivo y el president, Pere Aragonès, las conversaciones previas para concretar fecha, asistentes y agenda de la mesa de diálogo están mostrando las enormes dificultades de este proceso, según fuentes de ambos gobiernos. El anuncio que hizo este miércoles el Ejecutivo de la paralización del proyecto de ampliación del aeropuerto barcelonés de El Prat es el último escollo. Aragonès lo tildó de “chantaje” desde su cuenta oficial de Twitter.