La explosiva variante delta del coronavirus, detectada por primera vez en la India hace nueve meses y ya predominante en el planeta, ha transformado la guerra contra la pandemia. El enemigo ha cambiado. La delta es casi el doble de contagiosa que las versiones anteriores del virus, como ilustra el brote escolar mejor analizado hasta la fecha: el ocurrido en el colegio católico Nuestra Señora de Loreto, en Novato (California, Estados Unidos). Allí, el 19 de mayo, una profesora sin vacunar y con síntomas de covid siguió dando clase, incluso quitándose la mascarilla de vez en cuando para leer en voz alta. En apenas una semana, la mitad de sus 24 alumnos habían dado positivo, pese a que las ventanas estaban abiertas, los niños sí llevaban mascarilla y había un purificador del aire en el aula. Delta no deja margen para cometer errores.