Con la vuelta de Zinedine Zidane al banquillo del Real Madrid, se abre la puerta a una larga lista de incógnitas. Las que llevan subrayados los nombres de algunos pesos pesados del plantel blanco, con un futuro incierto ahora que se ha confirmado la marcha de Santiago Solari y el retorno del técnico francés.
Desde Gareth Bale hasta Marcelo pasando por el capitán, Sergio Ramos. Todos tienen algo que decir ante la llegada del francés, que bien moverá los cimientos del conjunto de Concha Espina tras los duros varapalos cosechados en LaLiga, La Copa y la Liga de Campeones.
LOS GANADORES
Y en esas se alzan las figuras de Sergio Ramos, Marcelo, Asensio, Benzema y Luca Zidane como los principales ganadores de la vuelta de Zidane a la casa blanca. O incluso Isco, caído en el olvido con el hasta ahora técnico argentino. Si bien el entrenador marsellés ha sido finalmente el que ha aterrizado en Madrid, llegó a sobrevolar por el Santiago Bernabéu la sombra de José Mourinho.
Un fichaje, el del portugués, que bien podría haberse llevado por delante al capitán y a Marcelo, recelosos de la vuelta a Concha Espina de ‘The Special One’. De ahí que sonrían, sobre todo en el caso de un brasileño condenado a la suplencia, al escuchar el nombre del hombre que llevó al Real Madrid a la conquista de tres Champions. Un Zidane que, nueve meses, ocho días y dos entrenadores después, también servirá de aliado para Karim Benzema, Marco Asensio o su hijo, Luca Zidane. Pese a ser un fijo con Lopetegui y Solari, el primero podría catalogarse como el protegido de su compatriota, también defensor de un Asensio que, con él en el banco, podría asumir algo más de galones.
Galones que, en cierto modo, pretende recuperar ahora también Francisco Alarcón ‘Isco’. Y no por lo que convenció a Zizou en su periplo al frente del conjunto merengue, sino más bien por la cruz tallada sobre su persona por Solari. Defenestrado hasta el punto de pisar la grada un partido sí y otro también, llegó a enfrentarse al entrenador sudamericano, olvidándose de una posibilidad, la de volver a disputar minutos vestido de blanco, que se le entreabre de nuevo.
LOS PERDEDORES
Pero como en todo lanzamiento de una moneda al aire, la cara conlleva también una cruz, escenificada aquí en las figuras de Gareth Bale, Dani Ceballos y Marcos Llorente. El 4-4-2 al que se fue abrazando el técnico apartó de la titularidad al galés, desgastando una relación entrenador-jugador que explotó en Kiev. Suplente en la final de la Liga de Campeones, decidió, sin embargo, el partido con dos goles, para después poner en duda su continuidad en el equipo madridista.
Un negro futuro que, ya sin Zidane aunque sin su esperado golpe encima de la mesa tras la marcha de Cristiano, recuperó cierta claridad, al igual que lo hicieron las sendas de Dani Ceballos y Marcos Llorente. El primero ganó peso con Julen Lopetegui, mientras que el segundo, sin oportunidades con el marsellés, se tornó en un hombre importante en el esquema blanco tras la lesión de Casemiro y su buen hacer como sustituto del brasileño.
Pero bien distinto es ahora el panorama para estos tres futbolistas, señalados en su día por Zinedine y ante la incógnita hoy de un futuro pendiente de lo que quiera de ellos el nuevo salvador del coloso madridista.