¿Cuál es la fórmula del candidato a la presidencia estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Francisco Torres Rivas?
No, no se trata de revelar un secreto de fortuna que esté impulsando su postulación y que le puede asegurar convertirse en el líder máximo de los priistas yucatecos, ante la ausencia de un líder moral que generalmente es quien ocupa la gubernatura, si esta ha sido ganada por el partido, que para el caso no es así.
Se trata de señalar a la fórmula de personas que lo acompaña y que forma parte de su candidatura para ser quien tome, quien proponga, quien defina, para que sea el que decida incluso en nombre de todos los priistas yucatecos cuál es el camino a seguir como oposición cuando el partido no tiene ni gubernatura, ni presidencia de la República Mexicana ni fuerza en el Senado o en la Cámara de Diputados a nivel federal.
Dicho así, si es él quien termina siendo elegido los priistas de estas tierras yucatecas se lo tienen que tener bien pensado porque no va a ser cualquier cosa tener una figura fuerte para que se convierta en el líder opositor que el partido necesita ser en Yucatán.
Pero ahí está el problema, en la dichosa fórmula. Porque en esa fórmula está la diputada local Lilia Frías, y aunque no está en la fórmula, pero se mete a la misma porque lo ha acompañado en varias reuniones con la militancia, está también Luis Borjas Romero, y nada más falta que se sumen Mirtha Arjona Martín y Warnel May Escobar para hacer la cuarteta que respalde a Torres Rivas.
Y cuál es el problema, se preguntarán quienes leen, pues casi nada si así lo quieren considerar algunos, los cuatro mencionados, principalmente Lilia Frías y Luis Borjas son quienes armaron el grupo para aprobarle al gobernador panista Mauricio Vila Dosal su proyecto de presupuesto para este año de 2019, votando en contra de lo que el resto de la bancada priista en el Congreso local hizo.
Osea, para ser claros, Frías y Borjas son los que habrían operado con los otros dos diputados para darle la espalda a la línea del partido y en lugar de rechazar la propuesta del gobierno estatal, levantar mano a favor para que el proyecto de presupuesto se aprobara por mayoría.
Lo que no debe olvidarse es que cuando un diputado o diputada, en cualquier parte del mundo hace coox virar, no siempre se trata de que alguna luz se le abrió y se dio cuenta en su cabeza que esa es la mejor opción para el pueblo, sino más bien que seguro lo que se abrió fue alguna negociación que le permitirá después tener algún beneficio. Siempre hay una oferta sobre la mesa, hay bisnes, como se dice por ahí.
Ya ni decir con quien o quienes se habría negociado. Nomás se necesita pensar quien o quienes salieron beneficiados.
Pues esas son las personas que acompañan a Torres Rivas, esos negociadores que votaron contra la línea del priismo en el Congreso.
¿Entonces qué negocio se traen ahora en la campaña por la dirigencia estatal de los priistas?