Terratenientes del PRI

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En plena elección de la candidatura de la presidencia del PRI parece que es noticia vieja cuando el candidato Francisco Torres Rivas andaba justificando unos terrenos en la comisaría de Cholul porque le exhibieron que podrían ser impagables para su sueldo o que se había aprovechado de sus cargos desde que fue secretario de Obras Públicas en el quinquenio de Ivonne Ortega Pacheco para hacerse de terrenos que le permitan un seguro a futuro cuando se le acabe la carrera política quizá.

Ahora el tema está de nuevo en la mesa porque las confianzas para elegir entre los priistas están tensas para decidir si poner en el papel a Lugo Interián o a Torres Rivas.

Lo está porque nunca quedó claro si los terrenos tienen una extensión de hasta 20 mil metros cuadrados y si su costo fue una negociación ventajosa para Torres Rivas resultado de lo que muchos otros políticos hacen que es usar su cargo para aprovechar y hacerse dueños de terrenos o participar en obras públicas o adquirir bienes que no podrían con sus salarios o que son pagos por favores hechos desde sus puestos públicos.

Es difícil imaginar el tamaño de esos terrenos, pero serían más grandes que una o dos canchas de futbol, nada más para poder hacerse una idea. Además los habría comprado en Cholul no de hace 20 años cuando se vendían terrenos bien baratos porque apenas algunas personas se decidían a irse a vivir allá porque se sentía que todavía era lejos.

No, son terrenos que se dice que se compraron hace menos de 10 años y entonces ya con la plusvalía del crecimiento residencial y de vivienda de lujo que la comisaría de Mérida ha tenido y que la ha convertido ya en parte de la mancha urbana de esta ciudad y donde irse a vivir tampoco implica que se siga diciendo que está lejos.

La sospecha le sigue al candidato priista y eso de ninguna manera queda bien para el partido tricolor en Yucatán si lo que se busca es fortalecer a la institución después de como están las cosas en todo el país y en el estado donde el partido ha perdido además de la gubernatura mucho de su unidad porque las cosas no salieron bien en julio de 2018 y las culpas se andan repartiendo todavía sin que los militantes tengan claro exactamente que pasó.

Con toda esa incertidumbre ahora se suma este asunto de las sospechas sobre el candidato a la presidencia priista que además tiene el apoyo de dos exgobernadores bien conocidos y recientes, Doña Ivonne Ortega y el tío Rolando Zapata.

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