A pesar de ser uno de los mejores deportistas españoles de todos los tiempos, Rafael Nadal siempre ha querido mantener su vida privada en un segundo plano, al margen de la popularidad. Es por eso que el deseo del tenista y su mujer, Mery Perelló, era dar el paso más importante de sus catorce años de relación de manera íntima, con la única presencia de sus familiares, amigos y compañeros. Sin embargo, consciente de que son millones las personas que le demuestran constantemente su cariño a diario, el manacorí ha querido compartir con todos algunas pinceladas de su «sí, quiero» y ha mostrado dos imágenes de su boda.
En el álbum personal de la boda de Rafael y Mery se encuentra esta imagen en la que el tenista, muy elegante con un traje gris firmado por Brunello Cucinelli y corbata del mismo tono, da la mano a la novia mientras comparten un cómplice gesto que demuestra la enorme felicidad que sentían en esos momentos. No en vano, acababan de poner el broche de oro a su historia de amor, que comenzó cuando eran solo unos adolescentes y que se ha ido reforzando con el paso de los años hasta llegar a este importante día que, a buen seguro, recordarán para siempre.
Para su enlace, Mery Perelló volvía a hacer gala de su elegancia con un sofisticado diseño de Rosa Clará de alta costura de líneas puras y delicadas con un sutil velo de tul en seda natural. «El cuerpo, de escote caja y manga larga, está realizado en encaje francés, inspirado en el movimiento artístico Art Déco, compuesto por motivos gráficos y florales. Está bordado a mano, de manera meticulosa con micropedrería incrustada en el dibujo. La falda, de línea evasé, confeccionada en crepe de seda natural, incorpora una ligera sobrecola extraíble», decía la nota enviada por la firma nupcial.
En esta segunda fotografía, Nadal agarra tiernamente a su novia por la cintura y entrelazan sus manos, ya adornadas con su sencillo anillo de casados, mientras ambos miran con una enorme sonrisa al horizonte. Lo hacen en un escenario inmejorable, la fortaleza de Albercuitx, ubicada en Pollença (Mallorca), un lugar de ensueño en el que no solo se celebró la ceremonia religiosa -oficiada al aire libre por el sacerdote Bartomeu Català Barceló- sino también la posterior comida y la fiesta, que se alargó hasta bien entrada la madrugada. Rafael y Mery posaban así de radiantes en los jardines de este complejo que, además de poseer unas impresionantes vistas al mar, dispone también de dos piscinas y siete villas.
Todos los detalles de su boda
Mallorca vio nacer a los novios y ha sido testigo de la evolución de su historia de amor, que empezó cuando ellos eran tan solo unos adolescentes. Es por eso que Rafael y Mery quisieron apostar por su isla para su enlace, en el que estuvieron muy tranquilos y relajados. Además, tal y como revelaba Última Hora, durante la ceremonia religiosa, que empezó más tarde de lo previsto y se realizó al aire libre gracias a las agradables temperaturas de la isla, tuvieron muy presentes sus raíces. De este modo, la liturgia, en la que estuvieron los reyes don Juan Carlos y doña Sofía, tuvo una buena parte en mallorquín, incluido el momento más esperado, el del «sí, quiero», cuando dijeron «Sí, vull».
Tras el cóctel y el banquete, elaborados por los restaurantes Zela y Tatel además de por los chefs Maca de Castro y Santi Taura, llegó el turno de la fiesta. Un momento distendido y muy divertido en el que tanto los novios como los aproximadamente 350 invitados entre los que estaban nombres tan conocidos como Feliciano López, Albert Costa o David Ferrer, salieron a la pista para bailar al ritmo de animadas canciones de reguetón. Además, antes de que todo acabara, tuvieron un original detalle con los asistentes al entregarles un kit antirresaca que incluía las instrucciones de cómo usarlo para hacer su ‘día después’ lo más llevadero posible.
Con este «sí, quiero» la pareja acaba de comenzar a escribir una nueva etapa en la que, tal y como adelantaba Nadal a ¡HOLA! en marzo de 2017 durante su estancia en México, espera seguir dando importantes pasos en el futuro. «Evidentemente, tengo la intención y la ilusión de formar una familia. Me encantan los niños y me gustaría que mis hijos hicieran lo que a ellos les guste», aseguraba el tenista, que pidió matrimonio a Mery en mayo del pasado año durante un viaje a Roma, ciudad en la que él disputó un torneo. Fue ¡HOLA! quien reveló en exclusiva los planes de boda de la pareja.
