El Barcelona es líder tanto en la Liga como en la Champions League y ello es motivo no tanto de tranquilidad sino de satisfacción según se desprende de las palabras de Ernesto Valverde y sus futbolistas tras ganar in extremis en Butarque. «Las victorias son lo más importante y lo hemos logrado» se felicitaban tanto el entrenador como Gerard Piqué, obviando el método para lograrlas y la poca credibilidad que ofrece el equipo, cuya zozobra partido a partido no hace más que aumentar en la misma medida que lo hace el resultadismo de un equipo que siempre necesitó jugar bien para ganar.
De alguna forma, cabe plantearse si lo que se ha visto las últimas semanas servirá para mantener el tipo en la Champions League , donde el equipo también es líder, según recuerdan los más optimistas. Otros también apuntan de forma irrefutable que el segundo clasificado, el Dortmund, está a solo un punto del cuadro azulgrana y el Inter, a cuatro. Pueden parecer muchos puntos de diferencia pero ello no quita que el Barcelona pueda quedar eliminado si no gana uno de los dos partidos que le quedan antes del sorteo de octavos. Es decir, si no gana al Dortmund dará alas a sus perseguidores y si los alemanes llegan a tomar el Camp Nou hasta se pondrían líderes .
En otras palabras, todo lo que no sea derrotar al Dortmund implicará tener que viajar a San Siro a jugarse la vida ante un Inter de Milán que ya anduvo cerca de darle un susto al Barcelona en su propia casa pero dos goles de Luis Suárez evitaron la hecatombe. O la retrasaron si el Barcelona no gana el miércoles. No por ser el próximo, que también, sino por la trascendencia del choque y las consecuencias que puede acarrear en caso de tropiezo, el del Dortmund es el partido más importante de la temporada hasta la fecha , el único que puede reducir el margen de maniobra del equipo hasta cotas mínimas en noviembre. Hay que ponerle las pilas.