Tras unos días de confusión, el panorama político alemán se aclara poco a poco. Los navajazos en la Unión Cristianodemócrata anticipan que los días del liderazgo de Armin Laschet se acercan a su fin. “Las mayores posibilidades de ser canciller las tiene ahora Olaf Scholz”, admitió el martes el socialcristiano bávaro Markus Söder. Los socialdemócratas se acercan al poder. Pero para que eso ocurra necesitan el sí de dos personas. Robert Habeck y Christian Lindner, líderes de Los Verdes y los liberales del FDP, son ahora mismo los políticos más poderosos de Alemania. Todo depende de que primero se pongan de acuerdo entre ellos —tanto en las políticas como en el reparto de sillones— y más tarde decidan quién debe liderar la coalición. Todo apunta a que será Scholz, pero conviene no descartar sorpresas futuras.