Los últimos fines de semana han sido movidos en Templin. Esta localidad del este de Alemania entró el primer domingo de septiembre en el Libro Guinness de los récords por organizar la mesa de desayuno más larga del mundo, de 505 metros, desbancando a la estadounidense Memphis. Pero el día realmente importante fue el viernes siguiente. Dentro de los actos de conmemoración del 750 aniversario de este pequeño municipio de 16.000 habitantes, el alcalde colocó la primera piedra del futuro jardín de infancia. El acto tuvo una invitada de excepción, la canciller Angela Merkel. “Vengo aquí, donde tengo mis raíces. Siempre tendré una estrecha relación con Templin”, dijo entre aplausos.