Los hechos han empezado a desmentir las palabras de los dirigentes talibanes. A pesar de su anuncio de una amnistía general y de asegurar que iban a respetar los derechos humanos, incluidos los de las mujeres, y la libertad de prensa, un rosario de casos les está poniendo en evidencia. En el último de ellos, Amnistía Internacional (AI) ha denunciado este viernes que los milicianos islamistas (suníes) mataron a nueve hombres de etnia hazara (una minoría de confesión chíí) poco después de tomar la provincia de Ghazni el mes pasado.