Tania Bruguera, una de las mayores representantes del arte cubano contemporáneo, conocida por su oposición al régimen de su país, contesta a EL PAÍS a través de un sistema de mensajería encriptado desde Harvard, en Massachusetts, donde vive desde finales de agosto tras llegar a un acuerdo con el Gobierno de Díaz-Canel que, a cambio de su exilio, permitió la salida de la cárcel de algunos de los presos políticos encarcelados tras las protestas del pasado 11 de julio. Esta manera de comunicarse, aunque está fuera de su país y cuando el tema de conversación es una buena noticia, pues acaba de recibir el Premio Velázquez de Artes Plásticas, que concede cada año el Ministerio de Cultura español, dotado con 100.000 euros y considerado el equivalente al Cervantes en literatura, da una idea de la persecución a la que sigue sometida a miles de kilómetros de la isla.