Con la aprobación del expediente de quiebra y la disolución de la empresa, la justicia de EE UU ha puesto fin este miércoles al largo contencioso contra Purdue Pharma, la farmacéutica en buena parte responsable de la grave epidemia de adicciones en EE UU por el consumo de su producto estrella, el analgésico opioide OxyContin. El fallo garantiza la inmunidad ante futuras querellas a la familia Sackler, propietaria de la compañía, que a cambio se compromete a pagar 4.500 millones de dólares a los más de 3.000 demandantes por los estragos que provocó el fármaco, que contribuyó a agravar la peor crisis de salud pública en EE UU entre la epidemia del sida y la pandemia del coronavirus.