“He ganado 25 medallas en Mundiales, siete en Juegos Olímpicos, y soy una superviviente de abuso sexual”. Así se presentó este miércoles la gimnasta Simone Biles ante un comité del Senado estadounidense que investiga el supuesto mal manejo del FBI en el mayor escándalo deportivo del siglo: el caso del depredador sexual Larry Nassar. Biles, de 24 años, y otras tres atletas de élite, también supervivientes de los abusos del exmédico del equipo de gimnasia femenino de EE UU, han exigido que los agentes involucrados en la investigación sean procesados por no haber actuado antes contra Nassar mientras este, ahora condenado, cometía los abusos. “Deben rendir cuentas”, reclamaron, “asqueadas” de tener que seguir batallando para que las autoridades respondan una pregunta básica seis años después de las primeras denuncias: “¿Por qué no se hizo nada?”.