Una kilométrica barrera de vehículos policiales a lo largo de la frontera. El gobernador de Texas, Greg Abbott, ha dado este miércoles un paso más en su exhibición de mano dura frente a la última crisis migratoria. El político republicano ha redoblado la seguridad en los alrededores del puente que une Del Río y Ciudad Acuña, en México, y ha ordenado el despliegue de cientos de patrullas para “crear un muro de acero”, dijo, y contener a los miles de migrantes haitianos que se agolpan a orillas del río Bravo. La drástica medida se suma a las dramáticas imágenes de las persecuciones y las capturas de los agentes fronterizos, que serán investigadas por el Departamento de Seguridad Nacional.