LONDRES (AP).- La joven británica que se unió al grupo jihadista Estado Islámico en Siria en 2015, y que se encuentra en un campo de refugiados al norte del país donde tuvo a su bebé este fin de semana, pidió ayer «compasión» y que le permitan volver al Reino Unido.
Su caso ilustra el dilema al cual están confrontados varios gobiernos europeos, divididos entre prohibir el regreso de sus ciudadanos jihadistas por temas de seguridad, o permitirles volver para que sean juzgados.
«Acabo de dar a luz, así que estoy realmente cansada», confió Shamima Begum a la cadena de televisión Sky News. Se trata del tercer hijo de esta joven de 19 años, de Londres, que nace en Siria. Sus dos primeros bebés murieron por enfermedades y desnutrición.
Shamima Begum volvió a expresar su intención de volver a Reino Unido. «Después de la muerte de mi (otro) hijo, me di cuenta que es necesario que me vaya, por el bien de mis niños». La joven dijo que teme que su recién nacido «muera en el campamento» de refugiados Al Hol, en el noreste de Siria, donde se encuentra actualmente.
«Creo que la gente debería tener compasión por mí, por todo lo que he vivido», declaró Shamima Begum. «No sabía en qué me estaba metiendo cuando me fui».
Sin embargo, la joven afirmó que no se arrepentía haberse ido a Siria. «Esto me cambió como persona, me hizo más fuerte, más dura. Yo me casé con un hombre que nunca hubiera conocido en Reino Unido», dijo Begum.
El jefe del servicio de inteligencia exterior británico (MI6), Alex Younger, dijo la semana pasada que las personas que se unieron al EI «probablemente adquirieron competencias y relaciones que los convierte en potencialmente peligrosos».
Pero la mujer se defendió del hecho de representar amenaza alguna. «Yo sólo era una ama de casa, pasé cuatro años en casa, cuidé de mi esposo, mis hijos».
Antes de las declaraciones de Begum el domingo, su familia difundió un comunicado en Twitter a través de su abogado, Mohamed Akunjee: «Supimos que Shamima dio a luz a su, entendemos que ella y su bebé están bien».
Además, la familia agregó que no tenía «ningún contacto directo» con la joven.
El derecho a volver a casa
Por su parte, el ministro del Interior, Sajid Javid, publicó una columna en el diario Sunday Times titulada «Si está huyendo para unirse al EI, usaré todos mis poderes para evitar que regrese».
«Mi prioridad es mantener al país seguro, y no dejaré que nada lo comprometa», escribió. «Las decisiones que podemos tomar incluyen prohibir el acceso a Reino Unido a personas no británicas, así como retirar la ciudadanía británica a individuos peligrosos».
Sin embargo, también señaló que su ministerio no crearía apátridas, como lo prohíbe la Convención de Nueva York del 30 de agosto de 1961, ratificada por Reino Unido.
El ministro de cultura, Jeremy Wright, exfiscal general, destacó que Londres estaba «obligada» a permitir el regreso de personas sin doble nacionalidad.
«Es una cuestión de derecho internacional. Debemos preocuparnos por la salud de este bebé y de Shamima Begum», dijo Wright a la BBC. «Pero ella tendrá que responder por sus actos», agregó.
El sábado, el presidente estadounidense Donald Trump pidió a Gran Bretaña, Francia, Alemania y otros aliados europeos «que repatrien a más de 800 combatientes del EI capturados en Siria para que sean juzgados».
«No hay alternativa ya que estaremos obligados a liberarlos. Estados Unidos no quiere que estos combatientes del EI se esparzan por Europa», insistió.
En Francia, el secretario de Estado del Interior, Laurent Nuñez, declaró este domingo que él se inclina por «considerar que estas personas deben ser juzgadas donde cometieron sus actos». Anunció que Francia ya recibió aproximadamente 270 personas que volvieron de Siria desde el comienzo del conflicto.
En Berlín, una fuente del ministerio de Relaciones Exteriores destacó que «todos los ciudadanos alemanes tienen el derecho fundamental de regresar a Alemania». Añadió que el gobierno está «estudiando opciones» para permitir que sus ciudadanos abandonen Siria, «especialmente para los casos humanitarios».