-Temen haya brotes de violencia ante la inacción del delegado federal para mediar en un conflicto con jubilados de Pemex
-En riesgo el abasto de combustible, lo que afectaría a la industria y el transporte
Mérida, Yucatán, 25 de julio de 2019.- En una muestra más de irresponsabilidad y de ineficiencia en las áreas que le fueron asignadas como delegado federal en Yucatán, Joaquín “Huacho” Díaz Mena ha desatendido las demandas de justicia que le ha manifestado un grupo de jubilados de Petróleos Mexicanos (Pemex), quienes mantienen tomadas, desde hace dos días, las terminales de distribución de combustible en Umán y Progreso, lo que pone en riesgo el abasto de gasolina en la entidad.
Mientras “Huacho” Díaz se toma fotografías en graduaciones y fiestas, los problemas con los jubilados de la paraestatal, que comenzaron hace ya más de tres meses, continúan y ahora con la toma de las instalaciones se entorpece el desarrollo de Yucatán y podría tornarse en una crisis que afecte la economía, la producción y el transporte.
Sin embargo, el delegado no ha movido un dedo para buscar una solución y sí en cambio continúa con su campaña personal por todo el estado, disfrazada de entrega de apoyos federales, los cuales usa para hacerse promoción con la intención de reforzar su posición en la administración federal o mover los hilos en la política al interior de Morena.
Al parecer, el estilo del delegado es dejar que los conflictos deriven en problemas mayores como ocurrió con la prolongada toma de la Procuraduría Agraria, para hacer parecer que llega a una solución, aunque en realidad sólo mantiene el descontento hasta que vuelve a hacer crisis.
En entrevista con distintos medios, Servio Rosado Aparicio, vocero del movimiento de jubilados de Pemex, dijo que lo que exigen es que se respete la cláusula 89 del contrato colectivo de trabajo, firmado por el sindicato y la paraestatal, para que se les dé un eficiente servicio de salud, pues actualmente padecen desabasto de medicamentos y no cuenta con clínicas y hospitales que les briden la atención médica.
Ante tales demandas, los quejosos señalaron que Díaz Mena ha hecho oídos sordos, pues desde que tuvieron una primera reunión, hace tres meses, no han vuelto a saber de él.
“Nos entrevistamos con el coordinador de Programas de Desarrollo del gobierno federal, Joaquín Díaz Mena, pero no nos solucionó nada. No lo hemos vuelto a ver ni recibimos respuesta de nadie”, afirmó.
Ante esta negativa a ser atendidos, decidieron tomar las instalaciones y obligar a Díaz Mena y a los funcionarios federales de Pemex a que les hagan caso o no se levantará el bloqueo a la entrada y salida de las pipas con combustible.
Por su parte, el delegado de la Cámara de la Industria del Transporte en Yucatán, Francisco Rivas Gamboa, ha pedido una solución a este conflicto que amenaza la entrega de combustible a las gasolineras y puede generar un desabasto que ocasionaría graves perjuicios a la industria, el comercio y el transporte.
Incluso, dijo que si las autoridades federales, entre ellas el delegado Díaz Mena, no solucionan de manera positiva el conflicto, sería necesario pedir la intervención de la fuerza pública federal para recuperar las instalaciones tomadas por los jubilados, pues aunque son justas sus emanadas, afectan de manera grave el desarrollo del estado.
A pesar de que existe la posibilidad de que las demandas de los jubilados deriven en violencia, Díaz Mena sigue sin dar respuesta y continúa ignorando irresponsablemente el conflicto, a pesar de que la amenaza del desabasto está a unos días de convertirse en realidad, pues las gasolineras sólo tienen reservas para un día y medio más.
